Un año

Definitivamente hemos perdido la esperanza de que alguien nos viniese a rescatar, ya nos hemos establecido de manera definitiva en una nueva sociedad. Yo pienso que a partir de nosotros, los supervivientes, nacerá una nueva era, una nueva sociedad completamente diferente a la que pertenecíamos anteriormente.
Vivimos en paz y armonía, todos estamos juntos y unidos.
Aunque después de todo hay gente que no esta de acuerdo en muchas cosas, pero por ello quien quiera puede reunirnos y explicarnos a toda la comunidad su opinión.
Ya no hay lideres ni autoridades, solo nos detiene de hacer el mal nuestra propia conciencia, y aunque parezca increíble nos va bien y no suele haber altercados. Los problemas que hay siempre se solucionan calmada y rápidamente.

6 meses

Ya han pasado 6 meses y no hemos recibido a nadie del exterior, ¿Nadie nos vendrá a buscar? Mi familia... Mis amigos... ¿Qué será de ellos?... ¿Llorarán mi ausencia?... Quien sabe... ¿ Me habrán dado por desaparecido?...  ¿Quizás por muerto?... Seis meses de mi vida en esta maldita isla.  Me han nombrado líder y he creado una nueva sociedad en la que no se limita la libertad de los demás,  todo el mundo se respeta. La única norma es respetar y compartir. Lo cierto es que soy increíblemente innecesario pero me gusta saber que alguien podrá mediar si hay conflictos.
el tiempo pasa y la gente empieza a perder las pequeñas esperanzas que les quedaban. Nuestra sociedad parece ir bien la gente permanece contenta, bueno lo contento que se puede estar viviendo en una isla. Aunque los primeros días tuvimos que dormir sobre el suelo o sobre hojas de palmera, ahora, hemos conseguido hacer "cabañas", que aunque no lo parezca son un lujo comparado con lo que teníamos los primeros días.  El alimento ya no es un problema, hemos encontrado frutas en la isla con las que hemos conseguido sobrevivir pero finalmente hemos tenido que declinarnos por la caza, aunque no todos estaban por la labor.

Dia 15

Han pasado ya dos semanas desde que llegue. Por suerte fueron apareciendo mas supervivientes y nos hemos podido recuperar un poco. Aunque mucha gente murió algunos si sobrevivimos como Mónica, Almudena, Andrea, Cristina, Mario, Ángela, Nacho, Brandon, Carmen Utrera y yo. La comida dejo de ser problema cuando nos adentramos en la isla y vimos la cantidad de arboles frutales que había en el centro de la isla. El refugio y las medicinas fue algo mucho mas complicado debido a las tormentas veraniegas y las heridas causadas en el accidente. Muchas heridas se nos infectaron provocando que gente que consiguió llegar a la isla pereciera en el sueño eterno. Mónica fue una de ellas.
El orden nos es algo que nos caracterice y las discusiones son habituales y a veces muy violentas debido al estrés.
Mario intenta hacerse líder pero las gente no le apoya, sino que por broma del destino esperan que yo lo sea.
Finalmente fui elegido por el pueblo y me nombraron líder de nuestra  pequeña comunidad y  Mario con el tiempo pudo comprenderlo aunque disentía en muchas cosas conmigo.

Día 2

El sol sale sobre el mar como si se asomara con timidez y yo abro los ojos con parsimonia hasta que me doy cuenta lo ocurrido. El avión... la gente... la sangre...
Me dispongo a levantarme cuando noto un punzante dolor en el brazo que hace que casi pierda el equilibrio. No le doy importancia debido al estado en el que me encuentro y me dispongo a meterme en la cristalina mar para limpiarme las heridas del cuerpo. Al sumergir el cuerpo un grito se escapa de mi extinto bajo el sonido del mar. El hombro me  quema como metal hirviendo y no llego a observar cual es la causa. La impotencia contra ello me duele mas que la herida en si.
Después de asegurarme de haberme limpiado las heridas, con mucho dolor, me dispongo a investigar el paraje isleño en el que me sitúo.
Comienzo a andar y por la playa cuando oigo un sonido, tan débil que el propio viento lo interrumpía en algunos momentos, pero yo si lo oía y sabia lo que era. Agua.
No había andado ni cien metros cuando en un minúsculo claro, vislumbre un ligero arroyo. estaba ahí como venido del cielo. Bebí, bebí y bebí. Sinceramente no recuerdo haber tenido tanta sed en mi vida
Cuando termine regrese a la playa con la esperanza de que por simple casualidad, por un milagro divino, por que se habían alineado las estrellas. No estuviera solo.
Seria mediodía cuando mis plegarias fueron escuchadas. Crei ver una persona en la orilla arrastrada por el mar. Corrí hacia ella deseando que su corazón siguiera latiendo. La reconocí aunque muy magullada y deshidratada, era Mónica. La cogí en brazos y me la lleve corriendo al claro en que había encontrado el arroyo. Me pareció verla abrir los ojos mientras corría pero pudieron ser imaginaciones mías.
La he dado de beber y la he dejado en el suelo sobre unas hojas. Pero estoy preocupado esta muy agotada.
Y la verdad, yo también.
La llegada de Mónica hace que vuelva a creer en que puede haber mas gente y me esperanza, antes minada, aumento al ver otra persona en la orilla. ¡dios mio, mas gente!
Mi alegría ceso al acercarme, no le conocía, ni el a mi, era otro pasajero del avión, tenia un par de años mas que yo... Un trozo de metal le había atravesado el estomago. No podía dejarle allí le cojí y le arrastre a una zona cerca del arroyo y lo tape con algunas hojas secas.
Esto mino mucho mi confianza en encontrar a alguien mas cuando encontré dos cuerpos tumbados boca arriba a ellas si las conocía tenían lo que parecía el uniforme de clase. Intente no hacerme muchas esperanzas temiendo lo peor.  Son Andrea y Almudena. Me acerco a ellas, !estan vivas!
Las cojo, las alejo de la fuerza de las olas y las llevo junto a Monica que sigue descansando. Me dispongo a seguir rondando por la isla cuando el dolor y el cansancio puede conmigo y decido descansar un poco.
Andrea abre los ojos al atardecer  algo antes de que se levante Almudena, la ayudo a incorporarse y la doy de beber, esta muy magullada pero no parece que sea nada importante.
con tanto alboroto no me he dado cuento de lo hambriento que estoy aunque con el poco tiempo de sol que queda no creo que encuentre nada.
Doy vueltas hasta bien pasada la noche pero no consigo dislumbrar nada a la luz de la luna.
Vuelvo al claro y me dispongo a pasar otra noche en la isla.

Día 1

¡Qué emoción!, hoy es el gran día del viaje, por fin nos vamos a Hawaii.

Ahora estamos en el aeropuerto con los profesores y compañeros, ya estamos embarcando.
El capitán acaba de informar de que puede haber turbulencias, pero que no hay de que preocuparse. Veo a la gente asustada en el avión por el temblor, pero espero llegar a nuestro destino sin problemas. Cada vez el avión tiembla mas, y me han pedido que guarde el diario y que me ponga el cinturón, cada vez tiembla mas.

Una catástrofe... Ha ocurrido una catástrofe... Mucha sangre... Mucha gente flotando sobre el mar... 

Las corrientes me han traído a una isla, no se donde estoy ni si sobrevivió alguien mas. Estoy cansado, herido y solo, debería buscar agua o algún otro superviviente. Solo tengo mi diario y mi bolígrafo, no se que puedo hacer, lo mejor es descansar en la playa y esperar ver algo mas por la mañana con la dulce luz del día.

Cierro los ojos me dispongo a sumirme en un sueño que me haga salir de aquí y volver a mi vida, volver con mis amigos... Volver a casa...